Ruzafa se reivindica como “entramado intercultural”
El barrio de Ruzafa en Valencia, es un claro ejemplo de cómo
la convivencia de diferentes culturas, puede ser un potencial que dé lugar a
nuevas formas culturales. Desde las prácticas de la animación sociocultural,
tenemos la opción de utilizar esta riqueza cultural para buscar formas de
participación que permitan a las personas que residen en el barrio disfrutar de
una plena ciudadanía. Como vemos en el artículo, el barrio disfruta de gran
dinamización sociocultural, y lo interesante es ver a partir de que agentes
sociales se impulsan estas iniciativas, prácticamente está representado todo el
barrio.
Como la ciudad de Marsella, según expone Josepa Cucó en su
texto “Los laboratorios de lo global”, el barrio de Ruzafa es un ejemplo de
cómo puede existir cierta sinfonía armónica entre las diferentes formas
culturales que habitan un territorio. Y lo más importante, como la
incorporación de nuevas formas culturales al territorio no suponen la
transformación de estas a la cultura autóctona (en este caso la valenciana),
sino que son ingredientes que se suman a una receta común, elaborada desde la
convivencia y el mestizaje cultural.
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