Actividad VS Acción

Jean-Claude Gillet en su libro “La animación en la comunidad”, nos ofrece una comparativa entre la actividad y la acción enlazándola con la dualidad de los roles que puede adoptar un animador, para ser especializado o generalista. Explica varias experiencias que ilustran perfectamente las lógicas que diferencian estas prácticas.

Nos propone varios ejemplos que revelan los efectos que este tipo de prácticas tienen en la población, y nos lanza algunas ideas de cómo trabajar la animación sociocultural desde una perspectiva ética y global. Entre otros consejos, nos propone que rechacemos aquellos programas culturales que solo buscan la actividad como fin en sí misma, valorando opciones de proyectos culturales que permitan a los propios usuarios dirigir su acción cultural y encontrarse con otras experiencias por el camino de tipo educativo, social o político. Como futuros Educadores Sociales, y por ende gestores culturales, debemos saber diferenciar las prácticas educativas en el ámbito cultural que resultan pobres, vacías o estigmatizantes, de las actuaciones que consigan hacer de la educación y la cultura un mismo engranaje, que permita a los ciudadanos apropiarse de los oportunidades culturales de su entorno y participar en la creación de nuevas fuentes de creación cultural.