jueves, 5 de abril de 2012

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL


Nos preguntamos como tener o no papeles, puede hacer a una persona tener derecho o no a poseer el título de ciudadanía. 
 Pero esta entrada no se quiere referir a la reivindicación de los temas burocráticos que este tema concierne, sino a los problemas sociales que puede acarrear ser ciudadano o no serlo. 
En primer lugar, la gran diferencia que tiene la posesión de ciudadano es la posibilidad de poder votar, se supone que en un estado de derecho democrático, es la máxima expresión de participación ciudadana, pues bien nosotros queremos reflexionar sobre este paradigma.
 Creemos que en la actualidad, votar o no votar cada 4 años no te hace ser más ciudadano que otro. Ya que el concepto de ciudadanía se ha visto desvirtuado por la clase política. En grandes ciudades, la participación en la calle, en las actividades culturales de barrio es muy variada, pero lo que queremos resaltar es que para participar en estas actividades no se necesita carnet de CIUDADANO. 
En la controversia social en la que nos encontramos, donde una protesta sigue a otra, y donde las alternativas culturales se hacen más evidente. La participación de personas de otros lugares (que posiblemente por su situación legal no puedan votar)  se está haciendo visible. Esta es la participación que debería poseer un ciudadano, es decir, no dejar de lado la reivindicación de tener derecho a votar, pero centrarnos en que ese no es el medio para el fin, sino que la participación ciudadana es el medio de inclusión en la cultura y sociedad de un país.
En segundo lugar, seguir reflexionando sobre este concepto de ciudadanía, del modo de que no es un concepto estático, no significa que puedas ser ciudadano hoy, pero mañana no. Corroborando lo mencionado anteriormente, la ciudadanía va mas allá de un trámite burocrático. Para ello consideramos este concepto, en la población nacional, es decir, la que legalmente y políticamente es ciudadana. Pero hacemos dos distinciones, el ciudadano comprometido, y el no comprometido. El ciudadano comprometido, al igual que decíamos antes, participa en su contexto social, en actividades culturales etc. Pero el no comprometido ¿sería ciudadano, solo por el simplemente hecho de ir a votar cada 4 años?. Bueno nosotros creemos que no. La persona que legalmente no tiene problemas, pero no participa en su contexto social y/o cultural, no podría decirse que está respondiendo a la participación ciudadana plena, de distinta forma, que un Senegales que no ha obtenido los papeles, pero es un movilizador y un agitador, por ejemplo en las calles de Lavapies. 
Desde esta entrada vemos necesario esta reflexión, y mostrar que Ciudadanía, no es un voto sino que es un proceso de participación ciudadana real.

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